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Todo pasado nos dio una leccion,
la que aprendimos a fuerza y dolor,
no hubo conciencia de la destruccion.
Y de una lucha entre fe y razon
con sufrimiento perdieron los dos
sangre con sangre asi se pago.
No hay nada que hacer ni por quien morir,
ya nadie camina por aqui,
un grito quedo ahogado en mi ser.
Y la respuesta a ese ataque sin Dios
fueron mas muertes para el contador
pensando que esa era la solucion.
Y ahora nada ha quedado en pie
solo unos fierros doblados por fe
fue la respuesta ante la opresion.
No hay nada que hacer ni por quien morir,
ya nadie camina por aqui,
un grito quedo ahogado en mi ser...